Intento integrar en este espacio informes, datos, opiniones, sobre el tratamiento de la Leucemia Mielóide Crónica en particular y del Cáncer en general y compartir las experiencias de vida, discutir los condicionantes socioculturales y medioambientales que determinan los tratamiento que realizan los pacientes. Aspiro a generar un espacio de comunicación con todos aquellos que como yo, realicen tratamientos por enfermedades graves. Sin pretensiones autoreferenciales, me dispongo a compartir con pacientes, familiares y médicos, la palabra, que acompañe este azaroso recorrido. Transito este tiempo con la enfermedad Leucemia Mielóide Crónica, Cromosoma Ph.+.

domingo, 31 de julio de 2011

Testimonio de una persona con cáncer

“…«Siempre se nos ha atacado a la clase política, y con razón, de convertir la política en un negocio, pero es que la medicina, en muchos casos, también se convierte en un negocio…”
“…«Lo único que quieren es machacarme a base de unas quimioterapias feroces. Yo siempre he creído en la razón, en la muerte digna. Me están dando una calidad de muerte, pero no de vida. El cáncer no se puede vivir bien. Es difícil de vivir cualquier enfermedad. Yo rechazo totalmente, y tú lo sabes, y otra gente lo sabe, el convertirme exclusivamente en una persona enferma. La enfermedad ahora es una parte de mi existencia, una parte dura, muy difícil, porque éste es un tema como podía ser la lepra antes, es algo parecido. Además, un cáncer donde hay metástasis es normalmente muerte. Si no, son unas alternativas de horror, las terapias que te ofrecen, a cuál más horrible. Yo estoy intentando, como puedo, no deprimirme, pero claro, si no te deprimes con un tema de estas características, tú me dirás. Pero si además de encontrarte así, y además de que me queda poca vida, encima me voy a deprimir, y me voy a pasar la vida contestando a preguntas como cómo estás permanentemente... Te llaman todo el rato, y yo lo agradezco; te llaman y en vez de contarte cosas sobre la vida, que es lo que estás deseando, te están hablando siempre de tu enfermedad. Qué tal te encuentras, cómo vas. Como si fuera una gripe. Esto no es una gripe, es una tragedia»…”.
“…«Como el cáncer es una tragedia, Ana, lo que me divierte, lo que me apetece es apurar el limón de la vida, y la naranja de la vida hasta el final, y beberme el mar de un golpe. Evidentemente, con serenidad, exasperada pero no desesperada. ¿Consuelos en la enfermedad? Pues no. Yo no sé si no lo sé hacer, no lo sé enfocar. ¿Auto lamentarse? Tampoco. No sirve para nada. Entereza, como dice mucha gente. Pero el tener que ir al hospital cada 10 días o menos a que te vacíen el peritoneo de líquido ascítico...Y que no siempre lo hacen bien. Casi nunca lo hacen bien. A veces no sale. A veces pinchan mal. Siempre es culpa de uno. Yo en eso nunca lo he visto todavía, decir: mire, es que le he pinchado mal. Normalmente añaden: 'Es que está usted tabicada’. O que te destrocen una vena, y entonces te dicen: 'Claro es que las tiene usted abrasadas'. Es muy desagradable porque se te va la vida. Yo sé que me estoy muriendo, sé que mi organismo está plantando una lucha feroz, porque el tiempo que me habían dicho lo he superado ampliamente. Me cuesta mucho no montar en bicicleta. Lo de vaciarte el líquido es demoledor. Es además un cáncer, el del peritoneo, muy doloroso. No sabes qué ropa ponerte, porque pareces una embarazada inmensa. Es muy duro. A los 70 años también debe ser muy duro. Y no sé si a esa edad el organismo está también más agotado. Yo me noto todavía en el estado que estoy, y habiendo perdido ya tantísimos kilos, y viendo cómo se te perfila la nariz, cómo desaparecen los muslos, cómo empiezan a parecer las vértebras y las costillas, y la columna vertebral. Sin estarse examinando constantemente. Viendo, sobre todo, esa mirada de una tristeza infinita. No es que se esté uno auto contemplando. Pero es que claro, cuando te duchas, te lavas, y te pones crema, te miras al espejo y no te reconoces. O cuando, por azar, te tienes que hacer una foto, pues eso, para renovar el carné de conducir, por ejemplo, y te ves en la fotografía y no sabes quién es, y ves la cara de muerta que tienes»...”
Carmen Diez de Rivera e Icaza
Política y eurodiputada española que tuvo un papel destacado durante la Transición Española.
29 de agosto de 1942 - 29 de noviembre de 1999
sin autorización
publicado por
De una entrevista de Ana Romero. el mundo
Historia de Carmen: Memorias de C. Díez de Rivera por Ana Romero
Ed. Planeta. Barcelona, 2002

martes, 26 de julio de 2011

En argentina la multinacional NOVARTIS, de origen Suizo, aumento las ganancias...

El negocio de la salud - La cronificación de las enfermedades

Las ganancias de la farmacéutica suiza Novartis se incrementaron en el segundo trimestre del año un 12 por ciento promedio, según los resultados que la propia firma hizo públicos esta semana. Según estos resultados, la ganancia neta de Novartis se incrementó un 12 por ciento en el segundo semestre de 2011, hasta alcanzar los 2.730 millones de dólares. En tanto, las ventas de la compañía alcanzaron los 14.920 millones de dólares (un incremento del 27 por ciento). En detalle, la facturación farmacéutica subió un 10 por ciento (8.340 millones de dólares) y el crecimiento de los fármacos más nuevos de la farmacéutica suiza en el trimestre fue del 46 por ciento (3.800 millones de dólares).

La facturación de Glivec/Gleevec (imatinib) para leucemia mieloide crónica y tumores gastrointestinales, subió un 12 por ciento (1.200 millones de dólares). El sucesor de Glivec, Tasigna (nilotinib) también aprobado para leucemia mieloide crónica, contribuyó con 170 millones de dólares, un incremento del 91 por ciento.
sin autorización

jueves, 7 de julio de 2011

Congreso Anual de la Sociedad Europea de Hematologia (EHA) Londres, del 9 al 12 de Junio de 2011

LOS MEDICAMENTOS DE NUEVA GENERACIÓN ESTÁN LOGRANDO PARALIZAR EL AVANCE DEL CÁNCER LMC

En el Congreso Anual de la Sociedad Europea de Hematologia (EHA) que ha tenido lugar este fin de semana en Londres, expertos de todos los países han debatido sobre las enfermedades que atañen a la sangre, entre ellas, la leucemia mieloide crónica (LMC) sobre cuyo tratamiento han centrado su debate. Cinco años después de la aprobación de la nueva generación de inhibidores de la tirosincinasa, los estudios en pacientes reportan una tasa de supervivencia a esta enfermedad crónica del 78%, que es del 57% si se habla de supervivencia libre de progresión de la enfermedad; los datos son esperanzadores aun más si se tiene en cuenta que tras el tratamiento adecuado con estos inhibidores tan sólo el 5% de los pacientes no respondieron positivamente y progresaron a fases aceleradas o de crisis blástica.El avance en la lucha contra los cánceres es una constante en progresión casi geométrica, con la vista puesta en la terapia génica como solución definitiva. Pero mientras ésta llega se están recorriendo otros caminos contra cánceres concretos con soluciones más que satisfactorias. En este camino se encuentran los nuevos tratamientos contra la leucemia mieloide crónica-LMC, un tipo de cáncer de sangre de lenta progresión que aparece en uno o dos casos nuevos cada cien mil habitantes y que consiste en un crecimiento incontrolado del leucocitos inmaduros en la médula ósea roja de los huesos, lo que interfiere en el correcto funcionamiento de las plaquetas y glóbulos rojos.Desde 1960 es conocido que este tipo de leucemia aparece como consecuencia de la unión de fragmentos de dos cromosomas diferentes que forman uno común denominado cromosoma Filadelfia en el que se halla un gen anómalo, BCR-ABL, que induce a las células madre de la médula ósea a producir un exceso de leucocitos inmaduros. Como aun es desconocida la causa que produce esa modificación genética las soluciones contra este cáncer pasan por un tratamiento que impida el avance de la leucemia.PERSPECTIVAS 
Desde hacía bastante tiempo era conocido que este cáncer se podía detener de alguna manera con inhibidores de la tirocinsinasa potentes, uno de cuyos preparados, el imatinib, se desarrolló hace bastante tiempo. Ante las resistencias e intolerancias que este medicamento provocaba, en el 2006 se aprobó de manera acelerada en EE.UU. un nuevo medicamento, el dasatinib, que había sido descubierto y desarrollado por Bristol-Myers Squibb y que al parecer podía presentar gran eficacia incluso en los pacientes en los que aparecía intolerancia al imatinib. En el 2009 se produjo la aparición definitiva del nuevo fármaco que en estos momentos está aceptado en más de sesenta países de todo el mundo."La terapia génica está todavía muy lejos de nuestro campo; lo que sí sabemos es que podemos inducir respuestas moleculares completas con inhibidores de la tirosincinasa potentes. Con las técnicas de evaluación que tenemos ahora, la leucemia aparentemente desaparece de la sangre y de la médula ósea y el paciente sigue tomando el medicamento y manteniendo la respuesta molecular completa. A algunos de estos pacientes les podemos quitar el tratamiento sin que tengan una recaída de la enfermedad", explica el profesor Giuseppe Saglio, de la Universidad de Turín.Este reconocido hematólogo italiano se muestra moderadamente optimista en cuanto a la solución de esta enfermedad. Para corroborarlo se refiere a los resultados del estudio Dasision presentado ayer en el congreso londinense. "Son las conclusiones a dos años de un trabajo que compara a dasatinib e imatinib en primera línea. 
El estudio deja claro la superioridad del primero sobre el segundo en términos de lo que denominamos objetivos secundarios: respuesta citogénética completa, respuesta molecular mayor y respuesta molecular completa". ¿Esto en que se traduce? "En ventajas clínicas para el paciente, no tanto en términos de supervivencia, porque el tiempo de seguimiento es muy corto, pero sí en términos de supervivencia libre de progresión del cáncer", añade el profesor Giuseppe Saglio.
Del trabajo presentado en el Congreso anual de la Sociedad Europea de Hematología se desprende también que actualmente dasatinib es un buen medicamento en segunda línea, como terapia para salvar a pacientes que no han tenido éxito con imatinib, pero es aun mejor en primera línea. "Tenemos un buen buen fármaco de salvamento, no para el 100% de los pacientes, pero sí para muchos de ellos", sentencia.El objetivo que se marcan los investigadores es ampliar la categoría de pacientes que presentan respuesta molecular completa para que tengan la posibilidad de que se les retire el tratamiento y que, definitivamente, se les pueda considerar como "curados". Esto significaría que estarían libres de leucemia sin tener que tomar de por vida la medicación. "Soy optimista en cuanto a la solución de la enfermedad; no puedo decir una fecha concreta, pero creo que podremos llegar a curarla", apunta Saglio.
ALTERNATIVA AL TRASPLANTE 
En este hilo conductor, el doctor Antonio Jiménez, hematólogo del Carlos Haya de Málaga, presente también en el evento científico, coincide con las expectativas del profesor. "Cada día tenemos mejores resultados y las perspectivas de obtener drogas son excelentes. Se diseñan nuevos medicamentos que afectan a las rutas que permiten a las células leucémicas permanecer vivas"Jiménez apunta a las terapias dirigidas contra dianas moleculares, específicamente los inhibidores de la tirosincinasa, que constituyen en la actualidad la principal opción para el tratamiento de la LMC y son una importante alternativa al trasplante. "El descubrimiento en 2001 de estos inhibidores supuso un antes y un después para los pacientes con este tipo de leucemia. Hasta esa fecha, prácticamente la única alternativa era encontrar un donante de médula compatible -un hermano u otro familiar- y proceder al trasplante, un procedimiento agresivo, con bastantes complicaciones y que curaba al 60% de los afectados Algunos evolucionaban bien; otros recaían y luego estaban los que no encontraban un donante compatible, o eran demasiado mayores para someterse a un trasplante de médula ósea, que se sigue utilizando pero para otras leucemia y en excepciones para la LMC", subraya.La segunda generación de inhibidores, como dasatinib, es un ejemplo de lo que se conoce como medicina personalizada. "En la búsqueda de dianas terapéuticas. Y el resultado es que se ha pasado de sentencia de muerte a cronificar".
Giuseppe Saglio, profesor de Medicina y Hematología de la Universidad de Turín.

DCC-2036, un nuevo fármaco que tiene un potencial contra la leucemia mieloide crónica resistente

El nuevo fármaco tiene un potencial contra la leucemia mieloide crónica resistente
Un estudio de investigadores de Tufts Medical Center publicado hoy revela que un nuevo fármaco prometedor para el tratamiento de pacientes con leucemia que tienen pocas opciones debido a que su enfermedad ha desarrollado resistencia al tratamiento estándar.
Que aparecen en la revista Cancer Cell, el estudio es el primer informe publicado que muestra que la droga, DCC-2036, lucha leucemia mieloide crónica (LMC) en un modelo de ratón de la enfermedad y es eficaz contra las células de leucemia humana.
"Estos hallazgos demuestran que el DCC-2036 es un excelente candidato para el desarrollo clínico como tratamiento para la LMC resistente. No todos los medicamentos que trabajan en un tubo de ensayo será realmente efectiva en un organismo vivo, como nuestro modelo de ratón", dijo Richard Van Etten , MD, PhD, Director del Centro de Cáncer del Centro Médico Tufts y autor principal del estudio.
Otros autores del estudio son científicos con Deciphera Pharmaceuticals LLC de Lawrence, Kansas, y Emerald bioestructuras de Bainbridge Island, Washington.
DCC-2036 es un inhibidor de la tirosina cinasa (TKI), una clase de fármacos que bloquean la acción de una enzima anormal BCR-ABL1, que envía messenges químicas que le dicen a las células de LMC para crecer. El desarrollo de fármacos TKI como el imatinib (Gleevec) mejorado dramáticamente el pronóstico para los pacientes con LMC, que afecta a unos 5.000 pacientes nuevos cada año en los Estados Unidos. Sin embargo, aproximadamente un tercio de pacientes con el tiempo de recaída, sobre todo debido a las mutaciones que hacen que BCR-ABL1 resistentes a la ITC. Estos pacientes quedan con pocas opciones de tratamiento que no sea el trasplante de médula ósea.
El estudio mostró que en las células humanas tomadas de resistente al tratamiento los pacientes que recibieron la nueva droga, DCC-2036 comprime la enzima mutante que llevaron a su recaída. El estudio también encontró que la droga mató a las células malignas y prolongó la supervivencia en un modelo de ratón de la LMC desarrollado por el equipo de Van Etten.
Deciphera Pharmaceuticals, LLC ha utilizado estructuras de cristal de BCR-ABL1 para personalizar el diseño del nuevo fármaco para inhibir la enzima mutante que conduce a la resistencia al tratamiento en pacientes con LMC. "El estudio ilustra el poder del diseño de fármacos basado en estructuras de la meta y pruebas iniciales de estos fármacos en modelos de ratón antes de proceder a la clínica. Este tipo de diseño dirigido es un paradigma de cómo los tratamientos del cáncer se desarrolló en el siglo 21, "Van Etten, dijo.
DCC-2036 está siendo probado actualmente en una fase de un ensayo clínico en pacientes que han fracasado al tratamiento con dos TKIs otros. El juicio está reclutando activamente pacientes del Centro Médico Tufts, el MD Anderson Cancer Center, y la Universidad de Michigan Cancer Center.

Un profundo estudio de secuenciación de la leucemia mieloide crónica los pacientes en crisis blástica (CB-CML) detecta mutaciones en el 76,9% de los casos


He decidido publicar desde el original este informe, para que junto a los profesionales que nos acompañan en el tratamiento podamos compartirlas. Mi apuesta esta en mantenernos informados, de todos los estudios cientificos que  alienten una esperanza en la mejor calidad de vida ya sea por el control efectivo y tal vez, la cura de la enfermedad.
A deep-sequencing study of chronic myeloid leukemia patients in blast crisis (BC-CML) detects mutations in 76.9% of cases
Blast crisis (BC) is the terminal phase of chronic myeloid leukemia (CML) and is characterized by a rapid expansion of myeloid or lymphoid differentiation-arrested blast cells leading to short median survival.1, 2 In approximately 70% of cases the blast lineage is myeloid, whereas in 20–30% of cases the blasts are lymphoid.3 It has been suggested that the progression of CML to BC-CML is a two-step process. The initial step for chronic phase is the occurrence of the Philadelphia chromosome and genetic instability caused by the BCR–ABL tyrosine kinase.4 The second step is the acquisition of additional chromosomal aberrations or mutations of transcription factors by failed DNA repair processes.5 However, at present, little is known about the molecular mechanisms underlying disease progression, but, most likely, activation of oncogenic factors and/or mutations leading to loss of function of tumor suppressor genes in hematopoietic stem cells are involved.2Only limited changes occurring during clonal evolution of chronic phase to BC, both resulting in altered gene expression patterns or DNA copy number alterations, have been described. We hypothesized that specific molecular alterations that regulate gene transcription occurring in other myeloid and lymphatic malignancies may be acquired during the malignant disease progression from chronic phase to BC.
In this study, in total, 39 BC-CML cases (n=24 myeloid, n=10 lymphoid, n=5 not specified) were analyzed to elucidate the molecular mechanisms underlying disease progression. Between September 2005 and July 2009, cells were collected from the purified fraction of mononuclear cells after Ficoll density centrifugation. With respect to the karyotype, 12/34 cases analyzed (38.2%) harbored a t(9;22) translocation chromosome without additional chromosomal aberrations at BC-CML stage (cytogenetic data not available in five cases), whereas the other 22 cases carried additional alterations such as +8, +Philadelphia, +19, i(17)(q10), −7 and inv(3)(q21q26).
In 22/39 cases of this cohort, whole-genome 2.7M cytogenetic array profiling (Affymetrix, Santa Clara, CA, USA) was performed to identify recurrent submicroscopic gains and losses, as well as regions of copy-neutral loss of heterozygosity. In addition to two patients with copy-neutral loss of heterozygosity for chromosome 1p (both ranging to the telomere as being typical for acquired copy-neutral loss of heterozygosity), 28 submicroscopic alterations were observed: n=9 gains, n=16 losses and n=3 copy-neutral loss of heterozygosity regions, for example, gains for AKT2, MLLT4 and ELN, and losses for CBFB, MLLT10 or MYC (Supplementary Spreadsheet 1). Besides microdeletions in the breakpoint regions of BCR (n=2) or ABL (n=2), the only recurrent submicroscopic alteration detected was a deletion confined to a subset of exons from the IKZF1 gene, located on 7p12.2 (n=3/22, 13.6%) (Supplementary Spreadsheet 1). IKZF1 encodes for a transcription factor, which is an important regulator of lymphoid cell differentiation. Subsequently, the complete cohort of 39 BC-CML cases, including the three patients with an IKZF1 deletion already detected by cytogenetic arrays, was investigated or confirmed for IKZF1 deletions by PCR using specific primer pairs for the common intragenic deletions spanning from exon 2 to 7 or from exon 4 to 7, as published by Iacobucci et al.6 In total, in 17.9% (7/39) of all cases intragenic IKZF1 deletions were observed (1/7 exon Δ2–7; 6/7 exon Δ4–7).
Further, next-generation deep sequencing (454 Life Sciences, Branford, CT, USA) was applied for a broad molecular screening used to investigate for mutations in all the 39 patients. For this purpose, 11 candidate genes that play important roles in differentiation and self-renewal of hematological stem cells were selected in order to identify novel targets that are important for malignant progression of CML. In detail, hotspot regions were sequenced for CBL (exons 8 and 9), NRAS(exons 2 and 3), KRAS (exons 2 and 3), IDH1 (exon 4), IDH2 (exon 4) and NPM1(exon 12). Complete coding regions were analyzed for RUNX1, TET2, WT1 andTP53. Further, ASXL1 exon 12 aberrations were investigated by Sanger sequencing. To perform this comprehensive study, amplicon-based deep sequencing was applied using the small-volume Titanium chemistry assay (Roche Applied Science, Mannheim, Germany). In median, 472 reads per amplicon (in total 65; primer pair sequences are available online, Supplementary Spreadsheet 2) were obtained, thus yielding sufficient coverage for detection of mutations with high sensitivity. A 500-fold coverage, representing a sensitivity of less than 5%, was aimed at according to the manufacturer's recommendation. The sequencing data were analyzed using Sequence Pilot version 3.4 (JSI Medical Systems, Kippenheim, Germany).
After excluding known polymorphisms and silent mutations, 54 abnormalities were identified in 30/39 patients (Table 1): RUNX1: 13/39 patients (33.3%), ASXL1: 8/39 patients (20.5%, excluding 4 additional cases (10.2%) with the controversial 1934dupG variant7), WT1: 6/39 patients (15.4%), NRAS: 2/39 patients (5.1%),KRAS: 2/39 patients (5.1%), TET2: 3/39 patients (7.7%), CBL: 1/39 patients (2.6%), TP53: 1/39 patients (2.6%), IDH1: 3/39 patients (7.7%), IDH2: 0/39 patients and NPM1 0/39 patients. Thus, in summary, in 76.9% of all BC-CML patients, at least one molecular aberration was detected. In median, one affected gene per patient was observed (range 0–4). Of note, few cases harbored multiple aberrations in the same gene. When taking the observed percentage of next-generation sequencing reads carrying the respective abnormalities into account, four patients with more than one mutated gene harbored mutations that presumably occurred in the same or a dominant clone, for example, case T208 harbored a mutation in WT1 (49% of sequencing reads) and concomitantly inRUNX1 (45% of reads). In 9/39 (23.1%) cases, no mutation was detectable. With respect to the karyotype, 4/8 of these patients (n=1, data not available) were harboring chromosomal alterations in addition to t(9;22), and two carried an additional monosomy 7, resulting in a deletion of one IKZF1 allele (Table 1).
Regarding recurrent molecular associations among the distinct genes (Figure 1),RUNX1 was observed to be associated with mutations in other genes, that is, 8/13 of cases were harboring additional mutations in combination with RUNX1. Similarly, in 4/8 of patients with ASXL1 mutations, additional molecular aberrations were detected. Further, certain mutations seemed to be highly associated with myeloid or lymphoid phenotype, for example, ASXL1 mutations (n=8) were exclusively observed in patients with myeloid BC, whereas, in contrast, IKZF1 cases were preferentially detected in cases with lymphoid features (n=5 lymphoid, n=1 myeloid and n=1 not specified). Interestingly, besides mutations in IKZF1 (n=5) and RUNX1(n=3), which regulate transcription of genes relevant for both myeloid and lymphoid development,5 there was no other mutated gene occurring in lymphoid BC-CML (Figure 1). Moreover, no aberration was detected in NPM1, and, in contrast to published data,2 in our cohort only one patient harbored a mutation in the tumor suppressor gene TP53 (Tyr205Asn, mutation load 85%).
In addition to the above-mentioned mutations, secondary mutations in BCR-ABLwere detected in 33.3% (13/39) of the cases. Patients with mutated BCR-ABL are predisposed to acquire genetic aberrations of transcription factors.5 The BCR-ABL tyrosine kinase is localized in the cytoplasm and is responsible for constitutive activation of several signal transduction pathways.3 After translocating from the cytoplasm to the nucleus, it may cause genetic instability by unfaithful DNA repair, which contributes to structural chromosomal aberrations or mutations of transcription factors in hematopoietic stem cells.1, 5 Ultimately, the accumulation of chromosomal and molecular alterations is responsible for the transformation to BC-CML. Of note, no significant differences were observed with respect to associations between BCR–ABL mutations and additional molecular mutations or chromosomal alterations in addition to t(9;22).
In this study, RUNX1, being essential for the self-renewal of hematological stem cells and definitive hematopoiesis, was identified as the most frequently mutated transcription factor (13/39 patients). As only 4/13 of cases with mutated RUNX1were concomitantly mutated in BCR–ABL (Figure 1), we suggest that abnormalities in RUNX1 have an independent role in tyrosine kinase inhibitor resistance and may contribute to treatment failure.1, 8
Moreover, for eight patients with mutations in IKZF1 (n=3), RUNX1 (n=3), ASXL1(n=1), WT1 (n=2) and IDH1 (n=2), matched DNA samples from initial diagnosis at chronic phase were available. In none of the chronic phase CML samples were the respective IKZF1 deletions or RUNX1 and ASXL1 mutations detectable, indicating that mutations in IKZF1 and RUNX1 were acquired at the time of transformation to BC-CML, and thus act as driver mutations in these cases. In contrast, WT1 andIDH1 mutations were detected at diagnosis in chronic phase in one case each.
With respect to clinical data, associations with survival for RUNX1, ASXL1, IKZF1and WT1 alterations were investigated. No molecular parameter was significantly associated with outcome, which may be due to the short median survival in BC-CML (n=34 patients with survival data available; median overall survival: 9.3 months).
In conclusion, the aberrant BCR–ABL kinase causes genomic instability of the CML clone by inefficient DNA repair, resulting in chromosomal alterations and molecular aberrations of transcription factors. This study on 12 genes demonstrated for the first time that in 76.9% of the BC-CML patients, molecular mutations are detectable. The high mutation rate of RUNX1 (33.3%), ASXL1 (20.5%) and IKZF1(17.9%) represented important molecular abnormalities in the progression of CML. In particular, IKZF1 and RUNX1 alterations, both involved in cell differentiation, were identified as important markers of disease progression from chronic phase to BC. Although this is a comprehensive study, further investigations are required to identify additional pathogenetic alterations, as in four cases (10.2%) of our cohort no chromosomal or molecular genetic alterations were observed in addition to t(9;22)(q34;q11).
In addition to the above-mentioned mutations, secondary mutations in BCR-ABLwere detected in 33.3% (13/39) of the cases. Patients with mutated BCR-ABL are predisposed to acquire genetic aberrations of transcription factors.5 The BCR-ABL tyrosine kinase is localized in the cytoplasm and is responsible for constitutive activation of several signal transduction pathways.3 After translocating from the cytoplasm to the nucleus, it may cause genetic instability by unfaithful DNA repair, which contributes to structural chromosomal aberrations or mutations of transcription factors in hematopoietic stem cells.1, 5 Ultimately, the accumulation of chromosomal and molecular alterations is responsible for the transformation to BC-CML. Of note, no significant differences were observed with respect to associations between BCR–ABL mutations and additional molecular mutations or chromosomal alterations in addition to t(9;22).
In this study, RUNX1, being essential for the self-renewal of hematological stem cells and definitive hematopoiesis, was identified as the most frequently mutated transcription factor (13/39 patients). As only 4/13 of cases with mutated RUNX1were concomitantly mutated in BCR–ABL (Figure 1), we suggest that abnormalities in RUNX1 have an independent role in tyrosine kinase inhibitor resistance and may contribute to treatment failure.1, 8
Moreover, for eight patients with mutations in IKZF1 (n=3), RUNX1 (n=3), ASXL1(n=1), WT1 (n=2) and IDH1 (n=2), matched DNA samples from initial diagnosis at chronic phase were available. In none of the chronic phase CML samples were the respective IKZF1 deletions or RUNX1 and ASXL1 mutations detectable, indicating that mutations in IKZF1 and RUNX1 were acquired at the time of transformation to BC-CML, and thus act as driver mutations in these cases. In contrast, WT1 andIDH1 mutations were detected at diagnosis in chronic phase in one case each.
With respect to clinical data, associations with survival for RUNX1, ASXL1, IKZF1and WT1 alterations were investigated. No molecular parameter was significantly associated with outcome, which may be due to the short median survival in BC-CML (n=34 patients with survival data available; median overall survival: 9.3 months).
In conclusion, the aberrant BCR–ABL kinase causes genomic instability of the CML clone by inefficient DNA repair, resulting in chromosomal alterations and molecular aberrations of transcription factors. This study on 12 genes demonstrated for the first time that in 76.9% of the BC-CML patients, molecular mutations are detectable. The high mutation rate of RUNX1 (33.3%), ASXL1 (20.5%) and IKZF1(17.9%) represented important molecular abnormalities in the progression of CML. In particular, IKZF1 and RUNX1 alterations, both involved in cell differentiation, were identified as important markers of disease progression from chronic phase to BC. Although this is a comprehensive study, further investigations are required to identify additional pathogenetic alterations, as in four cases (10.2%) of our cohort no chromosomal or molecular genetic alterations were observed in addition to t(9;22)(q34;q11).
Leukemia (2011) 25, 557–560; doi:10.1038/leu.2010.298; published online 28 January 2011

V Grossmann1, A Kohlmann1, M Zenger1, S Schindela1, C Eder1, S Weissmann1, S Schnittger1, W Kern1, M C Müller2, A Hochhaus3, T Haferlach1 and C Haferlach1
  1. 1MLL Munich Leukemia Laboratory, Munich, Germany
  2. 2III. Medizinische Klinik, Universitätsmedizin Mannheim, Mannheim, Germany
  3. 3Klinik für Innere Medizin II, Abteilung Hämatologie und Onkologie, Universitätsklinikum Jena, Jena, Germany
  4. Correspondence: V Grossmann, E-mail: vera.grossmann@mll.com

miércoles, 6 de julio de 2011

Investigadores estudian el papel de PlGF en ratones con leucemia mieloide crónica

Los pacientes con LMC tratados con Glivec tienen una esperanza de vida.
La leucemia mieloide crónica (LMC) es una forma particular de leucemia o cáncer de la médula ósea, que pueden ser tratados con imatinib objetivo. Sin embargo, en algunos casos, este medicamento no tiene efecto. Los investigadores de la VIB Vesalio Research Centre, Universidad de Kansas Lovaina, bajo la dirección de Peter Carmeliet, han investigado el papel de factor de crecimiento placentario (PlGF) en ratones con LMC. El bloqueo de este factor de crecimiento aumenta la esperanza de vida de estos ratones, incluso en aquellos que son resistentes a imatinib. 
La leucemia mieloide crónica (LMC) En nuestro cuerpo, los glóbulos blancos combatir a los intrusos extranjeros, tales como virus y bacterias. En la leucemia mieloide crónica, la formación de granulocitos, un tipo particular de glóbulos blancos, se ve afectada. Las células de la médula ósea que deberían convertirse en glóbulos blancos muestran un aumento incontrolado de los números, como resultado de una interrupción en el proceso de maduración. Este crecimiento incontrolado puede dañar los tejidos diversos y afectan negativamente a la producción de células sanguíneas normales en la médula ósea. La escasez de glóbulos blancos hace que los pacientes más susceptibles a la infección. El cromosoma Filadelfia y imatinib En circunstancias normales, nuestro cuerpo con mucha precisión regula la producción de glóbulos blancos. Este proceso se desencadena por la activación selectiva de la tirosina cinasa. En la mayoría de las formas de CML, un cromosoma anormal está presente - el cromosoma Filadelfia - lo que da lugar a la fusión de la cinasa BCR-ABL1. Esta quinasa causa el problema, lo que lleva al aumento de las células de la LMC. Los medicamentos existentes (imatinib) por lo tanto, objetivo de esta quinasa. Mientras que el efecto de imatinib en pacientes con LMC suele ser bastante favorable, el uso de imatinib a menudo no es suficiente para eliminar las células enfermas del cuerpo. A veces, la enfermedad ya está muy avanzado en el inicio del tratamiento, o si hay resistencia. Factor de crecimiento placentario Los investigadores del equipo dirigido por Peter Carmeliet han estudiado el papel de factor de crecimiento placentario (PlGF) en la leucemia y el potencial terapéutico de los inhibidores de PIGF. Una investigación reciente llevada a cabo por Peter Carmeliet ya había mostrado que los anticuerpos contra el PlGF (antiPlGF) pueden inhibir el crecimiento de tumores en particular. El presente estudio demuestra que PlGF también juega un papel en la LMC. Los investigadores han registrado aumento de los valores PIGF tanto en ratones como en humanos. Parece que PIGF no sólo estimulan la división de las células de la LMC sino también alienta la formación de vasos sanguíneos en la médula ósea.Finalmente, la inhibición de PlGF en ratones con LMC conduce a la mayor esperanza de vida, incluso en aquellos ratones que son resistentes a imatinib la medicina actual. Todos estos resultados indican que el potencial terapéutico de los inhibidores de PIGF en la LMC que hay que investigar más. Fuente: VIB Vesalio Centro de Investigación

La investigación en leucemia mieloide sirve de modelo para otras enfermedades oncohematológicas

EXTRAPOLAR LA INVESTIGACIÓN A OTRAS ENFERMEDADES
La leucemia mieloide crónica es en la actualidad el cáncer mejor conocido desde el punto de vista genético y uno de los que han permitido desarrollar tratamientos farmacológicos más efectivos. Por eso, algunos especialistas consideran que la investigación básica desarrollada en este campo debería servir de modelo para otras enfermedades. Así lo ha expresado Santiago Osorio Prendes, experto del Hospital Gregorio Marañón de Madrid, que ha ofrecido una conferencia en el Centro de Investigación del Cáncer (CIC) de Salamanca."Es una enfermedad que pertenece a las neoplasias mieloproliferativas crónicas y que tiene una fisiopatología muy definida", ha explicado Santiago Osorio a DiCYT. Este rasgo característico se descubrió cuando, por primera vez en una patología de este tipo, los investigadores pudieron demostrar que la enfermedad estaba relacionada con una alteración de los cromosomas de las células. En concreto, esto da lugar al llamado cromosoma Philadelphia, que da como resultado una proteína anormal, responsable de la enfermedad.
En la LMC, la clave para que la investigación avanzase fue el hallazgo del cromosoma Philadelphia y sobre todo comprobar qué gen era el que lo producía, llamado BCR-ABL. "Pensar que inhibiendo el producto de ese gen podíamos controlar la enfermedad fue la idea brillante que una vez que se llevó a la práctica ha funcionado y ha salvado muchas vidas", asegura el especialista."Esta alteración está muy implicada en la patogenia de la enfermedad y en cómo se desarrolla y ha tenido mucha importancia histórica en Hematología porque fue la primera alteración de ese tipo que se descubrió en cáncer, eso le dio un papel predominante y ha permitido hacer desarrollos terapéuticos de enorme interés y calado"
En la actualidad, "Se cuentan con tratamientos muy efectivos, con lo cual la supervivencia de la enfermedad ha mejorado enormemente", señala. Sin embargo, hay dos retos por delante: por una parte, llegar a tratar a un pequeño porcentaje de enfermos que no responden a los tratamientos convencionales; por otra parte, conseguir curar la enfermedad con medicamentos. "Se está investigando cómo mejorar los resultados y lograr curaciones, porque ahora controlamos bien la enfermedad en la mayoría de los enfermos, pero no les curamos y nuestro deseo y el de ellos es la curación", señala.
Dados los buenos resultados, los investigadores intentan extrapolar el modelo investigación seguido en leucemia mieloide crónica a otras enfermedades oncohematológicas. De hecho, "es un modelo que se está aplicando en otras enfermedades", indica Osorio, pero "cuesta trabajo porque la leucemia mieloide crónica tiene una patogenia muy definida, tiene una señal o una vía que provoca la enfermedad que está muy clara y es muy concreta, así que inhibirla es muy fácil, mientras que en la mayoría de las enfermedades oncohematológicas hay múltiples señales y vías que influyen en la enfermedad, así que es más complicado". Por eso, "no va a ser fácil reproducir los resultados en otras enfermedades, pero se está intentado, el germen que ha generado esta línea de investigación ha sido bueno para otras enfermedades".
Martes, 05 de Julio de 2011 

martes, 5 de julio de 2011

Antonio Gala

"La enfermedad nunca es una forma de tristeza ni una metáfora ni una melancolía: es un camino incómodo, que lleva o no a la muerte con o sin rapidez. Hasta ahora fui sometido a toda clase de salvamentos quirúrgicos. Nadie me consideró más interesante por eso, pero su éxito me salvó. Hasta ahora. Ahora padezco un cáncer de difícil extirpación. Y estoy sometido, para tratar de librarme, a un largo puteo, que es igual que una guerra de la que soy el campo de batalla. ¿Con un doble aliado: la quimioterapia y la radioterapia? Espero que conmigo sean más beneficiosas que el cáncer: matar es el fin de los tres. ¿Quizá demasiado tarde para recomenzar? Estoy en buenas manos: lo suficiente como para no querer pasar a las Mejores. Todo parece, así, interminable, monótono, invasivo... Menos la vida: no tenía edad ya de nuevas experiencias. Hubiera preferido el quirófano como tajante campo de batalla. Soy mal aliado de mí mismo: impaciente, poco soportador e insoportable: la anestesia total es mi aliada. Las nuevas experiencias me llegan tarde. Trataré, con todo, de defraudar a la muerte una vez más: la última".
Poeta, dramaturgo y novelista español nacido en Brazatortas, Ciudad Real en 1930.  
Cordobés por adopción, es licenciado en Derecho, Filosofía y Letras y Ciencias Políticas y Económicas. Ha cultivado todos los géneros literarios,  incluidos el periodismo, el relato, el ensayo y el guión televisivo.Ha obtenido numerosos premios no sólo por la poesía, sino por su valiosa contribución al Teatro y la Ópera: Calderón de la Barca, Nacional de Literatura, Adonais, Ciudad de Barcelona, Quijote de Oro y Planeta, han sido sus galardones más significativos.De su obra poética se destacan las siguientes publicaciones: «Enemigo íntimo», «Sonetos de La Zubia», «Poemas de amor» y «Testamento Andaluz»