Intento integrar en este espacio informes, datos, opiniones, sobre el tratamiento de la Leucemia Mielóide Crónica en particular y del Cáncer en general y compartir las experiencias de vida, discutir los condicionantes socioculturales y medioambientales que determinan los tratamiento que realizan los pacientes. Aspiro a generar un espacio de comunicación con todos aquellos que como yo, realicen tratamientos por enfermedades graves. Sin pretensiones autoreferenciales, me dispongo a compartir con pacientes, familiares y médicos, la palabra, que acompañe este azaroso recorrido. Transito este tiempo con la enfermedad Leucemia Mielóide Crónica, Cromosoma Ph.+.

martes, 21 de abril de 2015

A María le diagnosticaron cáncer de ovarios y decidió contarlo y vivirlo a través de twitter. Hoy murió.

"El show de Kimmy Oh"
"Mejor hagamos el Show del Cáncer en Tuiter"
MARÍA VÁZQUEZ
Tramitó la enfermedad compartiendo su palabra.

"Lo mandé en una sucesión de 3 o 4 tuits. En la siguiente media hora me llegó una cantidad de mentions y dm como nunca había recibido en mi vida. Me tuve que ir a llorar al baño. Capaz suena ridículo. Al 90% de la gente que me escribió no la vi jamás en persona pero compartimos muchos momentos inolvidables juntos (era por abajo, Palacio). El 10% restante es una mezcla de personas que vi alguna vez o son amigos de amigos, con mis amigas, a las que también las conocí por internet, me gusta tu blog, te gusta el mío, seamos amigas. Andá a explicarle eso a alguien que piense que si conocés gente por internet terminás de copera en Sri Lanka.
Todos los mensajes ofrecían ánimo y ayuda. Y los respondí uno por uno porque así me crió mi mamá, agradecida.
Ahora, sin ofender a ninguno, les voy a decir LA frase que detesto escuchar: va a estar todo bien. Todo bien las bolas. Decirle a una cancerosa que va a estar todo bien es como decirle a uno que está por cruzar un desierto que allá al final hay un oasis. Primero puede ser que te mueras de sed, te piquen los alacranes, se te palme el camello y alucines hasta la locura pero no te preocupes que VA A ESTAR TODO BIEN. Entiendo que es una frase automática, que sale sola, que yo misma debo haber dicho cuando estaba del otro lado pero mejor no la digan más.
Prefiero mil veces la que me dice mi mejor amiga: ES TODO UNA MIERDA. Primero porque es la pura verdad y después porque ofrece un desafío. Es todo una mierda pero YO voy a poder, YO no me voy a morir. YO voy a ser del 40% aunque sea medio triste de pensar. Me siento tirando de la barcaza de escape del Titanic a seis personas para salvarme. Lo lamento, me quiero salvar, soy joven aún, mi hijo tiene tres años, tengo mucho por delante, congélese usted, señora sexagenaria.
A propósito de esto mismo: me asombra lo mucho que me dicen que soy valiente y fuerte. Me parece que lo que hago es la única opción posible. ¿Qué más se puede hacer? ¿Hundirse en la lástima por sí misma? Mejor hagamos el Show del Cáncer en Tuiter.
En el show la quimioterapia se transformó en Kimmy Oh, una estrella del K-Pop que busca trepar posiciones en el escala social. Cruel y despiadada pero decidida a triunfar cueste lo que cueste. En el show cuento detalles de cómo es tratar el cáncer. Tip: no es como en esa película malísima con Charlize Theron. No hay Iluminación, hay constipación. Las partes más escatológicas las reservo para los mails del núcleo duro de amigas, pero sepan que no miro el amanecer envuelta en una manta; de hecho casi no me pude parar los primeros treinta (¿sesenta?) días. Se la pasa sinceramente mal. En mi caso, la vida está regida por ciclos de 21 días, la distancia entre cada Kimmy.
En el show pido cosas, consejos, libros para leer y mi público responde. No puedo detallar la cantidad de regalos de todo tipo que me llegaron para mi, para mi marido, para mi pibe (que es una especie de tuitstar sin tuiter). Desde el cuaderno donde le escribo a mi hijo hasta una fuente de vitel toné. De todo.
En el show cuento que hay días que todo va mal, que no tengo ganas ni de sentarme, que extraño a mi mamá, que se murió hace un año, de cáncer. Que cuando me siento pésimo digo en voz alta: ayudame, mamá. Por suerte o desgracia, somos muchos los huérfanos y podemos llorar todos juntos.
En el show transmito desde la Kimmy Oh, desde la espera de una tomografía, oh sí, gracias OSECAC por el wifi libre. Lloro por la lechuga y el sushi que no me dejan comer. Maldigo el sabor horrible del suplemento multivitamínico. Canto las loas del centro oncológico al que voy y a la legislación argentina que hace que todo el tratamiento sea gratuito.
En el show, también, recibo muy de vez en cuando algún reply sinceramente idiota o desubicado o desinformado. Me los tomo con más calma que en otro momento, prefiero guardar mis energías negativas para despotricar contra la escasez de caramelos Fizz o alguna otra causa igual de noble
En el show conocí a mujeres que pasaron o están pasando por la misma situación. La comunidad del cáncer, las abrazo fuerte.
En el show hablo de un tema central de todo esto: el pelo. Oh, el pelo, permítanme explayarme. Primero me lo corté cortito, a lo Jean Seberg en Sin aliento. Nunca amé tanto un corte de pelo. Nada bueno dura, así que empecé a encontrar cada vez más y más mechones en la almohada hasta que decidí que no quedaba otra que raparse. Me gusta mi cabeza sin cabellos pero nunca me animé -hasta ahora- a salir a la calle sin nada que la cubra. Uso pañuelos y turbantes. Para el cumpleaños de mi hijo me puse una peluca fantasía fucsia muy Britney. Una amiga me regaló una peluca de pelo natural, la hice cortar a lo Mia Wallace. No me acostumbro a usarla. Aparte del calor y picazón que me provoca, la siento una traición. Para mí esa peluca está del lado larga y penosa enfermedad de la vida (la fucsia no, porque es obviamente un disfraz). Esta es falsedad, es ocultamiento. O capaz es que no me siento linda cuando me la pongo, nomás, vamos. Porque, pese a que se me cayeron las pestañas, qué cosa horrorosa, a que no tengo más culo, a que perdí 12 kilos y tengo menos tonicidad muscular que Jabba the Hut, yo me quiero sentir (y me siento) linda, así rapada y esquelética. La vanidad no se la lleva el cáncer. O yo no soy tan noble"
"vas a morir. La frase “tenemos que hablar” siempre viene seguida de algo terrible, pero nunca como esa vez. Yo ya sabía, dos días después de la operación que se llevó mi útero, ovarios y varias masas a analizar (“ahora sí soy realmente hueca”) que algo estaba muy muy mal pero ni el cirujano se atrevía claramente a decirmelo. Le dejó la misión a mi marido, total, ya tuvimos que hablar tantas veces, ¿qué te hace una más?
-Te vas a morir. Es cáncer de ovarios con metástasis, tenés un 40% de chances de responder a la quimoterapia. Un 60% -duh- de no. Ese 40% va del mejor panorama, que la quimio te sea leve, que transforme al cáncer en una enfermedad crónica como la diabetes, al peor, que la quimio te destruya pero te deje viva, en una pálida imagen de lo que alguna vez fuiste. El 60% es que nada funcione y el cáncer o la quimio te maten.
Suena muy crudo pero, en el fondo, yo ya sabía. Siguió:
-De acá a la quimio tenemos que vivir pensando que te vas a morir y preparar todo lo que haga falta. Después, todo lo contrario, con la convicción ciega de que vas a vivir, de que va a funcionar.
Así que me puse, nos pusimos, a prepararnos para lo peor: poderes ante escribano, trámites de todos los colores, un libro que escribí (y sigo escribiendo) para que mi hijo me pueda conocer si las cosas salen mal.
Leí en una entrevista a -no se rían- Facundo Arana que cuando le dieron el diagnóstico (tuvo enfermedad de Hodgkin) salió a la calle y el mundo le pareció technicolor. Le tengo que dar la razón. Todo se siente más potente y vívido cuando te vas a morir. Querés sentir y degustar y amar. A la vez, esa intensidad es insostenible (y no hay cuerpo enfermo que la aguante) y hay que buscar vías de escape, divertimentos, distracciones o te transformás en una Patti Smith del cáncer. Y ahí entran las redes sociales. O más bien: Twitter. Facebook es para perritos perdidos y fotos de bebés. Instragram es para hacer un recorte estético de la vida. Twitter es para exagerar y discutir horas si tampón o toallita, sí, pero también para contar qué me pasa.
En el sanatorio no tenía wifi, prendí el 3g un par de veces para mandar mails a mis amigas y nada más. Cuando volví a casa ya habían pasado cinco días de la operación y le di varias vueltas al asunto de contar o no contar. Me decidí por contar. Tener cáncer es como tener gripe: nada vergonzoso, sólo mil veces peor. No contar es ponerse del lado de los que titulan “una larga y penosa enfermedad”. Sentir vergüenza, ¿de qué? Salvo que creas en “las piruetas culpabilizadoras que achacan a los enfermos responsabilidad por su enfermedad” (eso dijo Susan Sontag, ojalá fuera mía la frase).

Opinión: 
No la conocía, hasta hoy, el día de su muerte. Me perdí compartir su claridad, la integridad y la insolencia por "decir". Quedan sus palabras, a otro traerán alivio. Gracias.

Para visitar el espacio de María Marie

Una respuesta sencilla



La historia de cualquier LMC empieza en el interior de un hueso cualquiera del esqueleto, en la médula ósea, que es como los médicos llamamos al tuétano. Allí están las célula madre de la sangre, las que se dividen de una manera muy controlada para reponer los glóbulos rojos, los glóbulos blancos y las plaquetas de la sangre. Estas células vitales se destruyen a millares cada día, y pronto moriríamos si no fuéramos capaces de poner en circulación nuevas unidades que suplieran las pérdidas. Un mal día, algo terrible sucede en una sola de las células madre que dan lugar a los glóbulos blancos, algo que tiene que ver con los cromosomas 9 y 22 (los humanos tenemos 23 cromosomas en cada célula).

El cromosoma 9 contiene, entre millares de genes, uno conocido como Abl. Por otro lado, el cromosoma 22 lleva en su cadena de ADN el gen BCR. Ambos son genes perfectamente normales, que cumplen funciones esenciales y que todos portamos en todas y cada una de nuestras células. Lo primero que sucede en la gestación de la LMC es que el cromosoma 9 se parte justo donde está el gen Abl, mientras que el cromosoma 22 se rompe a nivel del gen BCR.
Un cromosoma aberrante
La célula intenta reparar el desaguisado, pero se equivoca, y pega el trozo desprendido del gen 9 en el punto de rotura del gen 22, juntando indebidamente ambos genes. Se acaba de crear en esa célula un nuevo gen BCR-ABL, un gen mutante, una aberración. El efecto de mezclar la función de ambos genes es explosiva; esa célula deja inmediatamente de ser normal y se transforma en cancerosa. El gen mutante se comporta como el acelerador de un coche atascado a fondo y la célula se divide sin parar, sin control.
Todas las células hijas de esa primera son idénticas a su madre, es decir, contienen un cromosoma anómalo formado por la fusión de los cromosomas 9 y 22. Se lo conoce como cromosoma Filadelfia, porque su relación con la LMC se descubrió en una universidad de esa ciudad en 1960. Cada vez hay más y más células Filadelfia-positivas que ocupan la médula ósea estrangulando a las células madre normales, privándolas de espacio y de recursos.
Pronto, las células cancerosas aparecen en la sangre, sustituyendo a las normales. La pérdida de glóbulos rojos da lugar a anemia y cansancio, la de plaquetas ocasiona hematomas y hemorragias, sin glóbulos blancos, las defensas del organismo, las infecciones y la fiebre hacen su aparición. Al hematólogo le bastará observar una gota de sangre con su microscopio para descubrir todas esas células cancerosas y sospechar el diagnóstico. Un cariotipo (la observación directa de los cromosomas) descubrirá el cromosoma Filadelfia y confirmará el diagnóstico.
Hasta hace muy poco, los únicos tratamientos posibles para la LMC eran la quimioterapia convencional y el trasplante de médula ósea. La primera ocasionaba efectos adversos muy penosos y, además, sólo conseguía mantener a raya la leucemia durante un tiempo corto, generalmente menos de un año. El trasplante de médula podía curar a algunos pacientes, pero dependía de la existencia de un donante compatible y podía presentar muchas complicaciones, algunas de ellas mortales.
Un tratamietno nuevo
A principios de los años 90, investigadores de la multinacional farmacéutica Novartis emprendieron una búsqueda sistemática de sustancias químicas capaces de interaccionar con el efecto del gen mutante BCR-ABL. Identificaron un compuesto llamado STI-571 que presentaba exactamente esa propiedad, la de enredarse en la función del gen de la LMC, desactivándolo por completo y frenando en seco la división de las células leucémicas. A partir de ese compuesto se pudo sintetizar imatinib (Glivec®), que ya es uno de los medicamentos más notables de la historia de la medicina.
Los ensayos clínicos mostraron una mejoría jamás soñada en los pacientes de LMC. En cuestión de semanas, de días incluso, los síntomas desaparecían, las células malignas se esfumaban de la sangre y de la médula ósea, siendo rápidamente reemplazadas por las células normales. Aún mejor, a diferencia de la quimioterapia, el nuevo medicamento carecía prácticamente de efectos adversos, se administraba como una simple pastilla en lugar de los engorrosos goteros de la quimio y permitía una vida del todo normal.

Hoy día, imatinib es el tratamiento de entrada de casi todos los casos de LMC. No es un tratamiento curativo, pues no destruye las células-Filadelfia, sólo las desactiva. Los pacientes pueden permanecer, sin embargo, años y años libres de leucemia aparente. Algunos de los participantes en los primeros ensayos de los años 90 siguen tomando el medicamento y sin rastro de reactivación de la leucemia. El descubrimiento del papel del gen BCR-ABL en el origen de este tipo de leucemia ha puesto en marcha una serie de investigaciones en cadena muy fructíferas. Para cuando el imatinib deje de actuar, ya existen otros dos medicamentos preparados, el nilotinib y el dasatinib.
Ricardo Cubedo
Especialista en Oncología
Clínica Universitaria Puerta de Hierro

Madrid

Fuente:

lunes, 20 de abril de 2015

Coloquio virtual latinoamericano para pacientes con leucemia mieloide

El siguiente es uno de los Coloquios Virtuales para Pacientes con LMC Pregunta respuestas de pacientes

Publicado el 18 oct. 2013
Tercer conferencia virtual para pacientes con LMC por el Dr. Jorge Cortés, 12 de octubre de 2013 desde el auditorio de la SAH, Buenos Aires.

Sesión de preguntas y respuestas.
Se pueden consultar todos los videos en https://www.youtube.com/

Coloquio virtual latinoamericano para pacientes con leucemia mieloide

El siguiente es uno de los videos de los Coloquios virtuales latinoamericanos para pacientes con leucemia mieloide 
Publicado el 1 nov. 2012
El Dr. Jorge Cortés, hematólogo del MD Anderson Cancer Center de Houston, EEUU, responde las preguntas de los pacientes acerca de la enfermedad y sus tratamientos.
ONG y activismo
Licencia de YouTube estándar
Se pueden consultar todos los videos en https://www.youtube.com/

viernes, 17 de abril de 2015

Mitos y realidades en Oncología

Este libro, dicen las autores, Ariadna Torres García y Albert Abad Esteve, está dedicado a todos los PACIENTES, sus familias, amigos, médicos, enfermeras, psicólogos, que de manera directa o indirecta participan en el día a día del proceso del paciente con cáncer. Editado por: Dr Albert Abad Esteve. Impresión: Matimprés, S.L. . Enero de 2015.

fuente: Bienvenidos a Sanofi

domingo, 12 de abril de 2015

Las creencias espirituales influyen en el bienestar de los pacientes con cáncer

La oncología psicosocial: el papel de la religión y la espiritualidad para los pacientes y supervivientes de la gestión de la experiencia del cáncer
Según la edición online de la revista 'Cancer', de la Sociedad Americana del Cáncer. Las creencias espirituales y religiosas influyen en el bienestar físico, social y mental de los pacientes con cáncer, El estudio cuya autora principal es Heather Jim, del Moffitt Cancer Center en Tampa (Estados Unidos), incluye a más de 44.000 pacientes. Los datos recogidos indican que la religión y la espiritualidad tienen una significativa relación con la salud de los pacientes, pero no había una gran diversidad en los estudios sobre cómo las diferentes dimensiones de la religión y la espiritualidad se relacionan con distintos aspectos de la salud. Los pacientes que confesaban una mayor religiosidad o espiritualidad también aseguraban tener una mejor salud física, mayor capacidad para realizar sus tareas diarias habituales y un menor número de síntomas físicos por el cáncer y su tratamiento. Sin embargo, la salud física no estaba relacionada con prácticas relacionadas con esa religión o espiritualidad, como asistencia a la iglesia, la oración o la meditación. Por otro lado, los aspectos emocionales de la religión y la espiritualidad estaban más intensamente relacionados con la salud mental positiva de aspectos conductuales o cognitivos de la religión y la espiritualidad. El bienestar espiritual resultó asociado con menos ansiedad, depresión o angustia, como era de esperar. Además, mayores niveles de angustia espiritual y un sentido de desconexión con Dios o una comunidad religiosa se asociaron con una mayor angustia psicológica o más pobre bienestar emocional.

viernes, 3 de abril de 2015

Un retrato social sobre las tareas de los trabajadores de la salud.

El cine y una pincelada, en tono de comedia dramática, para entender los problemas de los Sistemas de Salud.
Un retrato social sobre las tareas de los trabajadores de la salud bajo presión de los recortes presupuestarios, con equipos tecnológicos deficientes. La mentiras, como densa corporativa de los médicos, a los familiares de los pacientes. Estos son algunos de los elementos que componen el estremecedor pero lúcido retrato de la sanidad pública francesa realizado por Thomas Lilti en "Hippocrate"., sobre el sistema de salud en Francia!

martes, 27 de enero de 2015

lunes, 26 de enero de 2015

Respuesta de un médico argentino a la publicación sobre el origen del cáncer. En este blog se divulgó el 2 de Enero de 2015, "Es como perder la lotería"

Hace unos días salió publicado un estudio científico en la prestigiosa revista Science que concluyó que la mayoría de los tipos de cáncer serían por “mala suerte genética”.

En realidad, un grupo de investigadores determinó mediante un modelo matemático que el 65% de los tipos de cáncer son el resultado de mutaciones genéticas aleatorias, a las que denominaron como “mala suerte”. Claramente, no estoy para nada de acuerdo con esta conclusión.
Una mutación genética es un cambio en la secuencia de un gen (ADN), en cual participan factores ambientales como pueden ser el sol o el tabaco, y los mecanismos moleculares genéticos. En realidad, aunque se han hecho grandes avances en la ciencia, y seguiremos teniendo novedades muy positivas en el futuro, todavía no sabemos cómo una célula normal se convierte en maligna, o sea, cáncer. El equipo de investigadores que lo demuestre claramente ganará el Premio Nobel de Medicina y será una gran contribución para la humanidad.
Hay que aclarar algo sumamente importante, este estudio y sus autores están dando un mal mensaje a la sociedad mundial porque millones de personas podrían interpretar de una manera entendible que no vale la pena hacer nada para prevenir el cáncer mediante la realización de controles periódicos con el médico, estudios de imágenes complementarios o realizar una dieta balanceada y nutritiva.
Hay un concepto muy importante llamado “epigénetica”, en la cual demuestra como los factores externos o ambientales influyen en la expresión del genoma humano (totalidad de 20.000-25.000 genes). Está comprobado que las fibras como las frutas, verduras y cereales, entre otras, “prenden” ciertos genes como si fueran luces con un impacto positivo y protector del cáncer de colon (intestino grueso). Mientras que las grasas de la dieta “apagan” ciertas áreas del genoma con un efecto negativo, y aumentan el riesgo de desarrollar algunos tipos de cáncer como el colon, mamario y uterino (endometrial, la capa interna del útero).
Por lo tanto, es fundamental destacar que las acciones y decisiones que las personas toman todos los días tienen un impacto positivo con algo tan simple como la alimentación. A su vez, en el cáncer de colon se realizan colonoscopías (endoscopias) a partir de los 50 años de edad que se ha demostrado como método de “screening” (tamizaje) que disminuyen la mortalidad al identificar lesiones premalignas llamadas pólipos o cáncer en un estadio temprano.
No es la intención mencionar en esta columna todos los tipos de cáncer y las medidas preventivas, pero para más información se puede consultar este documento de la Organización Mundial de la Salud.

El estudio mencionado analizó las divisiones celulares de 31 tejidos del cuerpo humano y demostró que a mayor cantidad de divisiones celulares, mayor cantidad de posibilidades de errores en esas divisiones celulares. Cuando las células comenten errores, el organismo se encarga de reparar esos errores en el ADN. Si no se corrigen esos errores se inicia un “suicidio celular” o “autodestrucción” (conocido como muerte celular programada) o eventualmente la célula puede tener una transformación maligna (cáncer). Este es un concepto que se conoce hace varias décadas, pero igualmente este estudio lo demuestra de una manera concluyente. Pero a su vez, este estudio tiene varias críticas, inclusive que no incluyó en su análisis a los tipos de cáncer más frecuentes como la mama y próstata.
Claramente, este estudio conmocionó al mundo entero. Aunque algunas mutaciones (alteraciones) genéticas ocurren de manera aleatoria, en realidad, las definimos así porque realmente todavía no hemos desciframos el acertijo del cáncer, hay medidas preventivas muy efectivas para prevenir ciertos tipos de cáncer.
Las recomendaciones son simples: investigar y conocer la historia familiar propia, información muy valiosa para informarse de posibles antecedentes; y consultar al médico sobre las medidas preventivas, una nutrición adecuada y los diferentes factores de riesgo. En conclusión, el mensaje es muy importante, no hay que asustarse porque la “mala suerte” no es responsable de causar cáncer.

Referencia
Tomasetti C et al. Cancer etiology. Variation in cancer risk among tissues can be explained by the number of stem cell divisions. Science. 2015 Jan 2;347(6217):78-81. doi: 10.1126/science.1260825.
(*) Jorge Dotto es médico (UBA). Especializado en anatomía patológica (Yale University School of Medicine), patologia ginecologica y mamaria (Yale University School of Medicine) y patología molecular & genética (Harvard Medical School). Obtuvo el Premio al Joven Líder 2005 del College of American Pathologists (CAP) Foundation.
sin autorización. Diario Perfil.com

sábado, 10 de enero de 2015

Perros que detectan diferentes tipos de cáncer

El perro que olió un cáncer y salvó la vida de su dueña
El perro que olió un cáncer y salvó la vida de su dueña. Fuente: GAZETTELIVE.CO.UK

Un perro border collie lamado Ted,propiedad de Josie Conlan, una madre de 46 años residente en Stockton, Inglaterra,salvó la vida de su dueña, al detectar a través de su olfato que la mujer padecía cáncer de mama incluso antes de que ella lo supiera. El caso, fue difundido por el blog Tech Times.
Según relata el sitio ABC.es, la mujer solía tener bultos en sus pechos por otras cuestiones de salud, pero lo que la puso en alerta fue la actitud de Ted,que insistía en acercarse a esa zona de su cuerpo olfateando y gimiendo.
Por la preocupación de su mascota, la mujer decidió consultar al médico. Las pruebas detectaron que la mujer sufría cáncer de mama y fue detectado a tiempo gracias a la intervención del can.
Conlan, luego de realizar el tratamiento adecuado, podrá seguir su vida junto a su marido y su hijas de 26 y 14 años.
Si bien este caso parece milagroso, en realidad no lo es, ya que fundaciones como InSitu se dedican a entrenar perros para que detecten mediante el olfato patologías oncológicas.
Otros casos informados son los de un perro japonés que fue capaz de detectar con frecuencia y exactitud el cáncer colorrectal con el olfato fue documentado y difundido en 2011 por la prestigiosa revista científica Gut, dependiente de la publicación British Medical Journal.
foto de entrenamiento: obtenida de http://www.dogsdetectcancer.org/
Fuente:GAZETTELIVE.CO.UK

miércoles, 7 de enero de 2015

La angustia ante la fuga del tiempo, ante la vejez y ante la muerte, no se incorpora a una cultura que le otorga sentido, sino que se resuelve por el consumo de servicios médicos"


Reflexiones, a propósito de la lectura del libro "nosotros decimos no, crónicas 1963-1988" de Eduardo Galeano1
Dice Galeano en el apartado "Los Esclavos de la Abundancia" del citado libro:
"El ciudadano de la sociedad industrial despierta al mundo a través del consumo, y no de la participación y cita a Jean Pierre Dupuy y Jean Robert en "La traicion de la Opulencia", 1975.2 "La angustia ante la fuga del tiempo, ante la vejez y ante la muerte, no se incorpora a una cultura que le otorga sentido, sino que se resuelve por el consumo de servicios médicos"
DuPuy
Jean Robert escucha a Jean-Pierre Dupuy
La salud, continúa Galeano reflexionando a partir del libro, consiste en la capacidad humana de rehusar un entorno intolerable; y la medicina cumple, en ese sentido, el rol social de "coartada" para una sociedad enferma, El malestar provocado por el vértigo y el sinsentido de la vida moderna se maquilla y adopta la forma de enfermedades físicas. El paciente busca, en la medicina, una gran madre cariñosa y no la máquina anónima que es en realidad. La vida se "medicaliza" cada día mas. En mayor parte de los países los gastos en remedios y atención medica crecen a un alto ritmo y esto no se traduce en progresos que hagan mas larga la vida o reduzcan la tasas de mortalidad. Dupuy y Robert revelan que la industria farmaceutica consagra un 16 % de sus gastos en publicidad y apenas un 8 % a la investigación. La renovación de la apariencia de un producto justifica el alza del precio. Se compran signos, signos de renovación, símbolos de progreso y de esperanza. En la industria farmacéutica ocurre lo mismo que en otros sectores. La anchoa enrollada cuesta, en Francia, mucho mas que la anchoa simple. El nuevo modelo de un automóvil, en Alemania, con un faro cuadrado en lugar de uno faro redondo, vale mas que el anterior por el solo hecho que propone una innovación.
Luego trae a la reflexión al médico Cochrane, de quien sostiene que rompe lanza contra los profesionales del dolor humano, al afirmar que "la hipertrofia de los gastos en salud resulta de la capacidad publicitaria de la industria farmacéutica y de la tendencia de los médicos a recetar remedios de alto precio y exámenes clínicos caros, que dan al paciente la impresión de que el medio se ocupa realmente de él". El público espera milagros y el médico cobra cada vez mas por no decir la verdad. 
Finalmente completa Galeano reflexiona con el polémico Gilbert Tordjman, quién en su libro "Como tratar las Enfermedades Psicosomáticas"propone una patología medica nueva, ligada a "las condiciones de vida en un universo geométrico, uniforme, superpoblado, poluido y estrepitoso. Donde las sensaciones de soledad, y abandono, el miedo, la angustia, estrés generan jaquecas, mala digestión, trastornos respiratorios, insomnios fatigas. El enfermo psicosomático, dice Tordjman, no es un enfermo imaginario. Es alguien que no consigue expresarse, porque su personalidad, su educación, su familia o su medio profesional o social lo han reducido al silencio. Tiene el alma en sordina y habla o grita a través de su cuerpo: su enfermedad es un pedido de socorro"

Nota:
1 Reflexiones personales sobre la salud-enfermedad., a partir de la lectura del libro de Eduardo Galeano.
2Es necesario atender que el libro "La traición de la Opulencia", no hace referencia directamente a la problemática de la salud-enfermedad, sino que es un libro en donde se discuten teorías sobre las ciudades, la urbanización, la tecnología crítica, la economía, la ecología, el sanitarismo, la gestión del agua, el transporte, la movilidad, la basura, la conglomeración, el dislocamiento del tiempo y el espacio en la ciudad, la percepción de habitar.


 "nosotros decimos no, crónicas 1963-1988"
 Eduardo Galeano.

viernes, 2 de enero de 2015

"Es como perder en la lotería".

Los investigadores aseguran que las mutaciones aleatorias del ADN que se acumulan en varias partes del cuerpo durante la división celular normal son los principales culpables de muchos tipos de cáncer.
Can a physicist visualize an electron? The electron is materially inconceivable and yet, it is so perfectly known through its effects that we use it to illuminate our cities, guide our airlines through the night skies and take the most accurate measurements. What strange rationale makes some physicists accept the inconceivable electrons as real while refusing to accept the reality of a Designer on the ground that they cannot conceive Him?  ~~  Wernher von Braun
El estudio, que salió publicado en la revista Science, lo llevó a cabo un grupo de especialistas estadounidenses dirigidos por Bert Vogelstein, oncólogo del Hospital Universitario de Medicina Johns Hopkins, en Baltimore, y Cristian Tomasetti, biomatemático del mismo centro.
El informe analizó 31 tipos de cáncer y se descubrió que 22 de ellos, incluyendo la leucemia y el cáncer de páncreas, huesos, testículos, ovarios y cerebro, podrían ser explicados en gran medida por esas mutaciones aleatorias. 
Los otros nueve tipos, entre ellos el cáncer colorrectal, el cáncer a la piel conocido como carcinoma de células basales y el cáncer pulmonarvinculado al consumo de tabaco, estaban más fuertemente influenciados por factores genéticos y ambientales, como comportamiento de riesgo o exposición carcinógena.
Cuando alguien se enferma de cáncer, las personas quieren saber de inmediato por qué. El motivo real, en muchos casos, sin embargo no es que uno no se comportó como era debido o que se expuso a alguna mala influencia del ambiente.
Tomasetti aseguró que las mutaciones dañinas se producen "sin ninguna otra razón particular más que la aleatoriedad", dado que las células madre del organismo se dividen en varios tejidos. 
El especialista remarcó que el estudio indica que cambiar el estilo de vida y hábitos para evitar el riesgo de cáncer podrían ayudar a evitar ciertos tipos de la enfermedad, pero que para otros, no es tan efectivo. Es por eso que lo real y objetivo, es concentrarse en más investigación y disponer de mas recursos, que conduzcan a encontrar formas de detectar esos tipos de cánceres en etapas tempranas y más curables. 
Los investigadores trazaron la cifra acumulativa de las divisiones a lo largo de la vida en las células madre de un tejido determinado y las compararon con el riesgo de cáncer en la vida de ese tejido. En términos generales, los tejidos que pasan por más divisiones incrementan la probabilidad de mutaciones aleatorias, por lo que son más propensos a tener tumores.
Por último, durante el estudio no se cubrieron todos los tipos de cáncer: no se consideró el de mama ni el de próstata, porque los investigadores no pudieron determinar tasas confiables de división de las células madre.
Fuente: http://www.infosalus.com/