Las personas que sobreviven al cáncer en la niñez tienen un riesgo mayor de morir de un ataque cardíaco, accidente cerebrovascular (ACV) u otro cáncer en las siguientes décadas, algo que podría deberse al tratamiento original, dijeron científicos.
Investigadores británicos analizaron la tasa de mortalidad de casi 18.000 personas que sobrevivieron al cáncer de niños y hallaron que el número de decesos prematuros era 11 veces mayor que el esperado en la población general.
Los resultados sugieren que la salud de los sobrevivientes oncológicos está en riesgo a largo plazo por el tratamiento que reciben en la infancia. También muestran la necesidad de hallar mejores enfoques y ampliar el acceso a un cuidado con visión de futuro.
El estudio "confirma la importancia de obtener datos de los resultados a largo plazo y de que los sobrevivientes puedan acceder a programas de salud décadas después del tratamiento", dijo Raoul Reulen, de la Birmingham University, que lideró la investigación.
Un estudio de médicos estadounidenses reveló el año pasado que las personas que se recuperaban de un cáncer infantil estaban en riesgo de sufrir una serie de problemas cardíacos hasta 30 años después del tratamiento.Las guías británicas para el seguimiento de los sobrevivientes oncológicos recomiendan controles de rutina del corazón sólo cada cinco años. En cambio, en Estados Unidos se aconsejan test más frecuentes para aquellos grupos considerados en riesgo.
En el Journal of the American Medical Association, Reulen dijo que los nuevos cánceres, conocidos como "segundos cánceres primarios", son una "reconocida complicación cardíaca de la enfermedad en la niñez".
Esto se debe principalmente a la exposición a la radiación durante el tratamiento y a los efectos secundarios de algunos de los fármacos oncológicos más tóxicos, agregó.
El equipo de Reulen analizó datos de 17.981 personas que habían sobrevivido a un cáncer infantil por al menos cinco años. Todos habían recibido un diagnóstico antes de los 15 años entre 1940 y 1991 en Gran Bretaña y fueron controlados hasta fines del 2006.
Los sobrevivientes experimentaron 11 veces más muertes que las esperadas en la población general. Si bien este porcentaje cayó a través de los años, seguía siendo tres veces mayor que el previsto 45 años después del diagnóstico original.
Los resultados también demostraron que sólo el 7 por ciento de las muertes se debieron a una reaparición de la enfermedad, mientras que el 77 por ciento fueron causadas por nuevos cánceres, enfermedad cardíaca y la llamada enfermedad cerebrovascular, que causa hipertensión y ACV.