Intento integrar en este espacio informes, datos, opiniones, sobre el tratamiento de la Leucemia Mielóide Crónica en particular y del Cáncer en general y compartir las experiencias de vida, discutir los condicionantes socioculturales y medioambientales que determinan los tratamiento que realizan los pacientes. Aspiro a generar un espacio de comunicación con todos aquellos que como yo, realicen tratamientos por enfermedades graves. Sin pretensiones autoreferenciales, me dispongo a compartir con pacientes, familiares y médicos, la palabra, que acompañe este azaroso recorrido. Transito este tiempo con la enfermedad Leucemia Mielóide Crónica, Cromosoma Ph.+.

viernes, 15 de octubre de 2010

Cómo hablar del cáncer con los hijos

Ante todo, hay que brindar un entorno de contención, en el cual el chico entienda por qué se producen cambios en su familia.
Los chicos, incluso los más pequeños, perciben si hay algún inconveniente en la familia: ven que ha cambiado su rutina. No hablar del tema y dejar la situación librada a la imaginación del niño podría llevarlo a pensar escenarios mucho más graves o atemorizantes que la realidad misma. Los chicos manifiestan cambios en su conducta y sus sentimientos, y los expresan a través de la palabra o en lo que hace mientras juega o en sus hábitos alimentarios. De ahí que, es necesario adelantarse, y hablar con los chicos de manera abierta y sincera, y darles información sobre el cáncer en general y sobre la situación particular del familiar enfermo. Cuánta y que tipo de información que se proporcionará deberá depender de la edad del niño. No es necesario transmitir toda la información al mismo tiempo ni sobrecargarlos de datos, como tampoco es necesario hacer conjeturas de curación. Lo mejor es brindar un panorama general sobre la enfermedad, dónde está localizada, qué efectos provoca y qué tratamiento se seguirán.
No es recomendable contarles sobre procedimientos que se realizarán mucho más adelante, sobre todo a los más pequeños, que tienen una noción distinta del tiempo. Es preferible ir actualizándoles la información a medida que vaya surgiendo.
También puede resultar muy útil anticiparse a los posibles pensamientos de los chicos por ejemplo la idea de culpa y despejar las ideas del tema del contagio.
Será necesario generar un espacio de diálogo permanente, en un marco de tranquilidad y afecto, para que el chico sienta que puede plantear sus preocupaciones y Nosotros podamos evitar que intente ocultar sus sentimientos.
Extraído de Ambito.com
sin autorización

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