Intento integrar en este espacio informes, datos, opiniones, sobre el tratamiento de la Leucemia Mielóide Crónica en particular y del Cáncer en general y compartir las experiencias de vida, discutir los condicionantes socioculturales y medioambientales que determinan los tratamiento que realizan los pacientes. Aspiro a generar un espacio de comunicación con todos aquellos que como yo, realicen tratamientos por enfermedades graves. Sin pretensiones autoreferenciales, me dispongo a compartir con pacientes, familiares y médicos, la palabra, que acompañe este azaroso recorrido. Transito este tiempo con la enfermedad Leucemia Mielóide Crónica, Cromosoma Ph.+.

miércoles, 31 de diciembre de 2014

¿Es el cáncer la mejor manera de morir?

Richard Smith, médico británico en su blog de la revista British Medical Journal sostiene que el cáncer es la mejor manera de morir. A continuación su opinión.
Luis Buñuel, pensaba mucho acerca de la muerte, en 1982 un año antes de morir, decía: "pienso que cuanto más rápido, mejor, como la muerte que tuvo mi amigo Max Aub, quien murió de repente durante un juego de naipes, pero la mayoría de las veces, prefiero pensar en una muerte lenta, una muerte que sea esperada y que me permita revisar mi vida para darle el último adiós: "No temo a la muerte. Temo morir solo en un cuarto de hotel, con mis maletas abiertas y un guión por grabar tirado sobre una mesa de noche. Debo saber de quién serán las manos que cerrarán mis ojos. Una muerte más horrible sería esa que te mantiene a la espera de los milagros de la medicina moderna, una muerte que nunca termina por llegar. En el nombre de Hipócrates, los médicos han inventado la forma más exquisita de tortura que jamás hayamos conocido: la supervivencia" Buñuel vio morir a Franco y se encontró compadeciendo a un hombre a quien él mismo había odiado. La muerte de Franco, en 1975, sigue destacando como la muerte médica más espantosa, una muerte que solo los médicos podrían concebir. Órgano tras órgano fueron fallando y los médicos tratando de compensarlo. Buñuel murió de cáncer en el páncreas en la ciudad de México en 1983. Pasó su última semana discutiendo sobre teología con un hermano Jesuita. Su amigo por muchos años y cercano colaborador Jean-Claude Carrière, escribió "Luis esperó la muerte durante mucho tiempo, como buen español, y cuando murió estaba preparado. Su relación con la muerte fue como una relación con una mujer. Sintió amor, odio, ternura, desprendimiento irónico de un largo amorío y no quería perderse el último encuentro, el momento de la unión. "Espero morir estando vivo", me dijo. Al final sucedió como él lo quería. Sus últimas palabras fueron "estoy muriendo".
Existen cinco maneras esenciales de morir: 1- muerte repentina; 2- la muerte lenta y larga de la demencia; 3- el sube y baja de la muerte por el fallo de órganos, que tienta a los médicos a seguir tratando al paciente por demasiado tiempo, y 4- la muerte de cáncer, en la que usted puede luchar por mucho tiempo pero usualmente pierde en pocas semanas y 5 - El suicidio, asistido o de cualquier otra manera.
La mayoría dice que de muerte repentina o súbita. Eso puede estar bien, pero para las personas a su alrededor, puede ser muy duro especialmente si deja usted atrás una relación importante, herida y sin sanar. Si usted desea morir de repente, viva cada uno de sus días como si fuera el último, asegurándose que todas las relaciones que tiene estén en buen estado, que sus cosas estén en orden y las instrucciones para sus funerales estén impecablemente escritas y guardadas en una gaveta de fácil acceso, o tal vez en Facebook.
La lenta y larga muerte de la demencia puede que sea la más horrorosa pues usted es lentamente desdibujado, pero es posible que el momento de la muerte llegue como un suave beso.
La muerte tras la falla de un órgano -cardiaco, respiratorio o un riñón- lo mantendrá durante mucho tiempo en un hospital y en manos de los doctores.
Así que la muerte por el cáncer es la mejor, es la que más se acerca al tipo de muerte que Buñuel quería y que tuvo. Usted puede decir adiós, reflexionar sobre su vida, dejar un(os) último(s) mensaje(s), quizás visitar una vez más ciertos lugares especiales, escuchar su música favorita, releer sus poemas amados y prepararse, según sus creencias, para conocer al Creador o bien disfrutar del olvido eterno.
Esta es, lo reconozco, una visión romántica de la muerte, pero es posible lograrlo con amor, morfina y whisky. Eso sí, manténgase lejos de los oncólogos hiperambiciosos y dejemos de gastar billones tratando de curar el cáncer, algo que potencialmente podría llevarnos a una muerte mucho más horrible”.
En la modesta opinión del autor del presente espacio, puede que se revelen algunas contradicciones nihilistas en el pensamiento presentado por el polémico médico británico. Pero no son en ningún modo cuestionables. Por otro lado, recuerdo ahora, que a Jorge Luis Borges, le gustaba el concepto de muerte súbita como el privilegio del guerrero. En ese sentido, solía citar aquellos versos del "Anónimo Sevillano"
Ver original en: the bmjmail online ; telegraph

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