La médula ósea elabora células madre sanguíneas (células inmaduras) que se vuelven, con el tiempo, células sanguíneas maduras. Una célula madre sanguínea se puede volver una célula madre mieloide o una célula madre linfoide. Una célula madre linfoide se convierte en un glóbulo blanco. Una célula madre mieloide se convierte en uno de los tres tipos siguientes de células sanguíneas maduras: Glóbulos rojos, que transportan oxígeno y otras sustancias a todos los tejidos del cuerpo. Plaquetas, que forman coágulos de sangre para interrumpir el sangrado y Granulocitos (glóbulos blancos), que combaten las infecciones y las enfermedades. La leucemia puede afectar los glóbulos rojos, los glóbulos blancos y las plaquetas. En la LMC, hay demasiadas células madre sanguíneas que se transforman en un tipo de glóbulo blanco llamado granulocito. Estos granulocitos son anormales y no se convierten en glóbulos blancos sanos. Estos también se llaman células leucémicas. Las células leucémicas se pueden acumular en la sangre y la médula ósea, de modo que hay menos lugar para los glóbulos blancos, los glóbulos rojos y las plaquetas sanas. Cuando ocurre esto, se pueden presentar infecciones, anemia o sangrado fácil.
Cada célula del cuerpo contiene ADN (material) que determina el aspecto y la función celular. El ADN se encuentra en los cromosomas. En la LMC, parte del ADN de un cromosoma se desplaza a otro cromosoma. Este cambio se denomina "cromosoma Filadelfia", que determina que la médula ósea produzca una enzima que se llama tirosina cinasa, que hace que demasiadas células madre se vuelvan glóbulos blancos (granulocitos o blastocitos).
Los exámenes:
1- Examen físico y antecedentes : examen del cuerpo para revisar el estado general de salud, e identificar cualquier signo de enfermedad, como un bazo agrandado. También se toman datos sobre los hábitos de salud del paciente, así como los antecedentes de enfermedades y los tratamientos anteriores.
2- RSC (Recuento sanguíneo completo con diferencial) : procedimiento en el cual se toma una muestra de sangre y se analiza lo siguiente:
- La cantidad de glóbulos rojos y plaquetas.
- La cantidad y el tipo de glóbulos blancos.
- La cantidad de hemoglobina (la proteína que transporta oxígeno) en los glóbulos rojos
3- Análisis citogenético: Es una prueba para la que se observa una muestra de sangre o médula ósea al microscopio para buscar ciertos cambios en los cromosomas, como el cromosoma Filadelfia.
4- FISH (hibridación fluorescente in situ): Es una técnica de laboratorio que se usa para observar genes o cromosomas en las células o los tejidos. Se elaboran en el laboratorio piezas de ADN que contienen un tinte fluorescente y se agregan células o tejidos sobre un portaobjetos de vidrio. Cuando estos pedazos de ADN se unen a genes o áreas específicas de los cromosomas en el portaobjetos, se iluminan al observarlos al microscopio con una luz especial.
5- RCP-TI (Prueba de reacción en cadena de la polimerasa con transcripción inversa): Es una prueba de laboratorio para la que se estudian las células de una muestra de tejido con ciertas sustancias químicas para determinar si hay ciertos cambios en la estructura o el funcionamiento de los genes.
Por último, es necesario atender los distintos factores que influyen en el pronóstico (probabilidad de recuperación) y las opciones de tratamiento:
1-La edad del paciente.
2-La fase de la LMC.
3-La cantidad de blastocitos en la sangre o la médula ósea.
4-El tamaño del bazo en el momento del diagnóstico.
Fuente (Sin Autorización) : http://www.cancer.gov
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